Son momentos de pensar  y  ¿ por qué no? …de  aprovecharlos para buscar aquello que puede hacernos distintos, especiales y sobre todo reconstruir:

 

PARA CONSTRUIR LO QUE  QUEREMOS SER PROFESIONALMENTE!

 

Somos muchos, todos válidos,  pero no todos iguales…

 

 

Si  sabemos orientarnos bien y  definir nuestro servicio/ producto  basado en:

 

¿  cómo lo hacemos?

y no tanto en el

¿ qué  hacemos?

 

tendremos la primera clave para conseguirlo.

Solo necesitas encontrar eso que te hace destacar ( algo que aprovecho a adelantaros… a  veces incluso lo vemos como algo no tan positivo de nuestra personalidad,  hasta que  lo trabajamos y sabemos aplicarlo)

Mi recomendación es siempre la misma. DAFO.

Tan odiado como querido, empezar con él,   y sobre el mismo desarrollar su matriz

Es fácil y sencillo, solo necesitas un boli y  papel.

Básicamente, consiste en desarrollarla en base a  4 segmentos: debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades.

En cada uno de ellos, anota aquellas características que definen tu identidad como marca, pero –y esto es importantísimo– hazlo siempre desde el prisma de lo que repercute en el cliente y no desde una perspectiva empresarial.

Un ejemplo básico que siempre usamos es:

Para el potencial cliente no es una ventaja que tengas acuerdos comerciales con un proveedor líder del mercado. Para el cliente, eso se tiene que traducir en una ventaja tangible, como puede ser exclusividad o precio.

 

 

Una vez que  lo tienes, solo se trata de analizar, cruzar información y sobre ello sacar:

 

  • Lineas de Acción  ( Fortalezas + Oportunidades)
  • Lineas de Mejora ( Debilidades  + Oportunidades)
  • Factores a Destacar  ( Fortalezas + Amenazas)
  • Lineas de Huída (  Debilidades + Amenazas)

 

Se trata de :

 

Plantilla de matriz DAFO:

 

 

Una vez que sobre esto , seas capaz de construir una frase con cada combinación, tendremos la base para empezar a trabajar sobre el valor diferencial de tu Marca Personal.

A partir de aquí,  que lo veremos en la II  parte se trata de sintetizar en un concepto lo que hemos extraído del análisis propio y de la competencia ( post anterior) .

 

Todo ello debe aunar:

La Relevancia: explicando qué problemas o necesidades resuelve a nuestros clientes.

La Especificidad: tiene que ser capaz de hablar de beneficios concretos, incluso cuantificables.

La Diferenciación: ¿por qué deberían comprar tu producto y no el de la competencia?

 

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